Testimonios

ELSA Y ARTURO

La Restauración de un Matrimonio

Elsa y Arturo enfrentaban enormes dificultades en su matrimonio. La infidelidad y las tensiones derivadas de hijos de relaciones anteriores habían creado una brecha difícil de superar. Ambos estaban devastados por el dolor y consideraron seriamente el divorcio, solo era cuestión de firmar. La preocupación por el impacto que esta decisión tendría en sus hijas fue lo único que los hizo dudar.

Fue en este punto de desesperación cuando recibieron la invitación para participar en el taller para matrimonios de quienes ya habían vivido satisfactoriamente el proceso con resultados de gran bendición. A lo largo del proceso, no solo experimentaron un perdón genuino, sino que también adquirieron herramientas para resolver conflictos y mejorar su comunicación. El taller los ayudó a restaurar su relación no solo como pareja, sino también con sus familias, sanando heridas profundas con padres y hermanos. Este proceso finalizo con la renovación de sus votos, esta vez ante Dios.

El cambio fue tan impactante que, en diciembre siguiente, Elsa expresó su gratitud, ya que, sin el taller, esa hubiera sido, probablemente, la peor Navidad de sus vidas. Hoy, Elsa y Anderson están unidos como una familia restaurada, con sus hijas viviendo juntas, superando juntos los desafíos y agradecidos por la nueva oportunidad que Dios les dio para sanar y crecer.

Viviane y Anderson

De la Desconexión al Renacer

Viviane y Anderson, ambos médicos, enfrentaban una rutina imparable. Con turnos extenuantes de 12 y hasta 24 horas, su vida en pareja se convirtió en una simple coexistencia. Vivían en la misma casa, tenían dos preciosos hijos en común, pero eran completos extraños. Las largas horas de trabajo y las demandas de su profesión crearon un abismo entre ellos, separándolos emocional y físicamente. Después de siete meses separados, Viviane comenzó a experimentar algo de alivio, pues la falta de conflictos le dio algo de espacio para respirar. Sin embargo, algo seguía faltando.

Fue entonces cuando Viviane aceptó la invitación de una amiga para asistir al taller para parejas. Sin saber muy bien a qué se enfrentaba, llevó a su esposo a la primera sesión, prácticamente a ciegas. «No sabía a dónde me llevaba ni a qué íbamos», Afirma Anderson. Sin embargo, a medida que avanzaron en las sesiones, algo comenzó a cambiar. En apenas tres encuentros, lo que parecía una relación distante y fría empezó a transformarse. «Era como ver a un par de novios enamorados», dice un participante del taller con una sonrisa.

Hoy, ocho años después de participar en el taller, Viviane y Anderson renovaron sus votos matrimoniales y siguen juntos, afrontando los desafíos cotidianos con una nueva perspectiva. El amor que parecía perdido ahora está fortalecido en la Palabra de Dios. Aunque las dificultades de la vida no han desaparecido, su matrimonio ha sido restaurado, no solo por el proceso del taller, sino por su compromiso renovado de caminar juntos como pareja, con fe, amor y unidad. Lo que comenzó como una experiencia incierta se convirtió en un nuevo capítulo de su vida, uno lleno de esperanza y de una conexión más profunda que nunca.